Hoy os traemos la historia de Cierzo o como la mayoría lo conocéis: Trapo.

Trapo fue rescatado hace años por Adala Zaragoza y su historia siempre nos ha conmovido, es uno de esos perros que han sufrido lo indecible.

Creció en una jaula, un cepo le atrapó una de sus patas, le pegaron en la cabeza y le chafaron medio cráneo dejándole secuelas permanentes, pero nos gusta pensar que no pudieron con él...

Su cuerpo es un acordeón maltrecho salpicado por innumerables cicatrices, pasó el moquillo y tiene hipertiroidismo.

Hoy es un Rey, hoy tiene un hogar y el valor incalculable que merece en casa de Fanny una de nuestras compañeras, rescatistas y activistas de Amnistía Animal.

Después de muchos años la realidad de estos animales sigue siendo la misma.

Desechados por el Gobierno al igual que por los cazadores que ellos un día consideraron sus dueños, aunque les pegaran, aunque les hicieran pasar frío en zulos nauseabundos, aunque les faltara la comida y solo tuvieran para beber agua negra. Los galgos son uno de los animales más castigados en España.